Ya está en pruebas el purificador de aire más grande del planeta

En China ya viene funcionando el purificador de aire más grande del mundo, una torre experimental de hasta 100 metros de altura que está ubicada en la ciudad de Xian. Este nuevo sistema  insufla hasta 10 millones de metros cúbicos de aire limpio diarios a esta ciudad. El proyecto se encuentra en este momento en fase de pruebas.

“Los resultados son alentadores”, asegura en declaraciones al periódico South China Morning Post Cao Junji, al mando del equipo que está evaluando los resultados de un sistema para luchar contra el esmog o la niebla tóxica que, asegura, no tiene precedentes.

Con la contaminación del aire en el origen de la muerte de 70 de cada 100.000 habitantes chinos, el gigante asiático se sitúa entre los puestos de cabeza de este ranking. Para revertir esta situación, surge la torre purificadora de aire. Sus efectos, asegura Junji, se notan en diez kilómetros a la redonda. Para ello, la base de esta construcción está formada por invernaderos del tamaño de medio campo de fútbol. Su función es esencial, porque estas estructuras absorben el aire contaminado que, gracias a la energía solar, se calienta y se canaliza hacia la torre. Al elevarse, el aire va pasando por distintos filtros, para ser finalmente liberado totalmente limpio.

Una fortaleza clave de esta innovación radica en su capacidad para operar prácticamente sin consumir energía más allá de la que obtiene del sol.

En marcha desde el año pasado, el rendimiento del sistema seguirá siendo objeto de estudio por parte del instituto de Medio Ambiente de la academia china de Ciencias. Tras habilitar una docena de estaciones de medición en el entorno de la torre, el equipo espera obtener resultados concretos en marzo de 2018. Si las expectativas se consolidan, esta torre sería solo el principio. En la mente de los expertos, replicar el sistema en otras ciudades chinas, pero a una escala muy superior. Tanto, como para multiplicar por cinco las dimensiones de cada purificador que, con invernaderos de hasta 30 km², podrían dar aliento a cualquier ciudad de tamaño medio.

 


 

Fuente: https://ecoinventos.com